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Basílica - Parroquia
Nuestra Señora de Atocha

Documento


I Domingo Adviento 2022

25 de noviembre de 2022

 

“A otros ha salvado, que se salve a sí mismo, si él es el mesías de Dios, el elegido” .

SALMO RESPONSORIAL:

VAMOS ALEGRES A LA CASA DEL SEÑOR

 

Comentario a la Palabra

Motivos para la esperanza, Dios no falla
Vivimos una seria crisis de credibilidad de las instituciones clásicas que por siglos dieron fundamento a los valores humanos, culturales y religiosos: Familia, Escuela, Iglesia. Parecería que no hay ya más razones para la esperanza. Es una sensación real, pero necesita el esfuerzo de situar correctamente nuestro desencanto. La causa de la decepción son las personas y las instituciones, sus comportamientos, sus actuaciones, sus promesas incumplidas, sus debilidades y errores. Basados en los valores y en los proyectos más nobles podemos hacer grandes obras, pero también somos mezquinos y capaces de inhumanidades terribles.

El tiempo litúrgico del Adviento nos ofrece motivos de esperanza. El profeta Isaías nos lo manifiesta en la visión del Señor que reúne a todos los pueblos en la paz eterna del Reino de Dios. Habla de la esperanza de tiempos nuevos y mejores, entreviéndola en medio de la turbulencia política, económica, social y religiosa que le tocó vivir. Dios no falla, es fiel en su amor y hace posible la vida humana en medio de todas las dificultades.

 

Reforzar la esperanza y la vigilancia
Solo podremos apreciar el amor de Dios con dos actitudes que el Adviento nos recuerda: la esperanza y la vigilancia.

Tener esperanza no es lo mismo que esperar. Esperamos cuando lo que llega se debe al esfuerzo humano. Tenemos esperanza cuando lo que adviene nos sobrepasa humanamente. Esperar nos sitúa en estado de receptividad. Esperar con esperanza es estar convencidos de que llegará algo que supera nuestras fuerzas, en nuestro caso el Reino de Dios en su plenitud.

Espera y esperanza no se contraponen, más bien la esperanza cristiana pasa a través de genuinas esperas humanas. Podemos esperar muchas cosas, pero tener muy poca esperanza y podemos tener una gran esperanza con pocas esperas humanas. Hay esperas pasivas, de los no comprometidos; hay esperas interesadas, del tipo ‘doy para que me den’; y hay esperas activas y creadoras, de los que aportan cada día su esfuerzo para tener un poco más cerca lo que esperan.

Esperar –con esperanza– es “desear provocando”, desear algo tan apasionadamente que uno se entrega a la realización de lo que espera. Dios nos ha prometido el Reino como una tarea, una misión, un quehacer apasionante. Adviento es tiempo para alimentar la virtud de la esperanza. Jesucristo esperó siempre activamente la venida del Reino, su plenitud, a pesar de los fracasos momentáneos. Y cuando todo parecía hundirse, él seguía fiel. A la esperanza la complementa otra actitud imprescindible a la que nos invita el Adviento: Vigilancia.

Nos dice San Pablo: «Es hora de espabilarse porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer». Y Jesús: «Estad en vela porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor». Vigilar es velar solícitamente durante un tiempo, hasta alcanzar el fin deseado. Exige tener los ojos abiertos y cuidar con responsabilidad. Vigilar ante la llegada de Dios equivale a estar despiertos, en disposición de servicio, atentos ante el futuro sin descuidar el presente, abiertos a reconocer la presencia de Dios y de su reino en los acontecimientos y a actuar en consecuencia.

 

Nuestro Adviento personal: Dios viene a mí
Ante la llamada a espabilarnos podríamos pensar que solo se trata de poner nosotros algo más de empeño, de atención, de buena voluntad en nuestra vida cristiana. Está bien ponerlo, es necesario, pero no es ni suficiente ni lo más importante. No se trata de lo que nosotros debemos hacer sino de lo que Dios hace en nosotros. La iniciativa la tiene él. El amor es suyo. Nuestra intervención es siempre segunda, en respuesta a la suya. Él es además el origen de nuestra respuesta, quien nos conoce y ama, quien comienza la relación viniendo a nuestro encuentro.

Cuando en Adviento repetimos la invocación: ¡Ven, Señor!, –como en el padrenuestro pedimos ¡venga a nosotros tu Reino!–, en realidad, no pedimos tanto que venga el Señor –ya está en nosotros– como que cada uno de nosotros comprenda y viva la presencia y la acción amorosa del Dios que viene a nosotros. Y que de ahí surja la respuesta de corresponder a su amor, a su venida constante.

San Pablo nos invita: «Dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz». Quiere decir: Rechacemos toda manipulación de la verdad, toda dominación de unas personas sobre otras, todo lo que nos defrauda, nos decepciona y atenta contra la esperanza; y asumamos claramente las causas de la paz, de las relaciones justas, de la dignidad de todas las personas, de la verdad que nos hace libres, de los valores del Reino de Dios que ya vamos gustando y que fortalecen nuestra espera esperanzada de un Dios que viene a nosotros y desborda todas nuestras expectativas. Al iniciar un nuevo Adviento descubramos a Dios como Padre, origen y causa de todo bien, y pidamos crecer en esperanza y en el amor que reaviva nuestra ilusión de vivir.

 

Fray José Antonio Fernández de Quevedo OP.

Real Convento de Santo Domingo (Almería)

www.dominicos.org/predicacion

 

Navidad Solidaria

Cena de Nochebuena

Como sabéis, desde hace unos años, la parroquia quiere que la cena de nochebuena sea un poco más especial para personas que están pasando una situación difícil. Para ello buscamos familias o personas de la parroquia que se quieran “hermanar” con familias o personas solas, atendidas por Cáritas, y que se comprometan a hacer más cercana y cálida su nochebuena. ¿De qué manera? Escribiendo una carta o felicitación de navidad, si hay niños, con algunos dibujos, con una vela, unas flores o un mantel de Navidad, y por supuesto con una cesta de comida para hacer que esa cena sea un poco más especial.
Aquellas familias o personas que quieran colaborar pueden apuntarse a través de un formulario que se encuentra en la página web de la Basílica www.basilicadeatocha.es/evento/hermanamiento-familias-cena-nochebuena, o apuntándose en una ficha que podéis encontrar en portería.

 

Mercadillo de Navidad

Llevamos unos cuantos años organizando desde la Parroquia el mercadillo solidario de Navidad. Esta actividad permite apoyar a los más desfavorecidos a través del dinero recaudado, ayudando además a sensibilizar y visibilizar la situación de dificultad que nos rodea y que muchas familias en la cercanía de nuestra parroquia padecen. También a través del mercadillo damos cabida a la labor que hacen las monjas de Clausura con sus productos (dulces, calendarios,...), y proyectos apoyados desde Cáritas parroquial como el piso de migrantes Balimayá. También podréis encontrar manualidades realizadas por familias y gente de la Parroquia.
Tendremos el mercadillo los días 11 y 18 de diciembre, Domingo, desde el inicio de las misas hasta finalizar el día. Tendrá lugar en el atrio de la Basílica, en las escalinatas. Tendremos acceso desde la salida del templo y también desde la calle. Animad a vuestros vecinos y amigos. ¡Muchas gracias por la ayuda!

 

Campaña de Juguetes

Desde el equipo de Cáritas Parroquial nos estamos encargando de ayudar a los Reyes Magos para que ningún niño se quede sin regalos esta Navidad. Por este motivo, los Pajes Reales de Atocha ya se han puesto en marcha con el objetivo de conseguir regalos para unos 200 niños de toda la Vicaría IV.

Estamos seguros de que este año volverá a ser un éxito y que podremos regalar muchísimas sonrisas gracias a vuestra colaboración.

- FECHAS y HORARIO: Vamos a recoger regalos todos los domingos en el horario habitual de las misas desde el domingo 20 de Noviembre. Además, estaremos del 23 al 30 de Diciembre en horario de 11:00 a 14:00 y de 17:30 a 20:30.

- DÓNDE: Podréis encontrarnos en la entrada del claustro de la parroquia (C/ Julián Gayarre, 1)

Queremos recordar que recogemos regalos nuevos porque pensamos que los destinatarios se merecen lo mejor que buenamente podamos ofrecerles.

Además, otra forma de colaborar es realizando donativos en el "Buzón Real", el cual podréis encontrar a la entrada/salida de misa. Con el dinero recaudado, los Pajes de Atocha trataremos de comprar todos los regalos que podamos hasta alcanzar nuestro objetivo.