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Basílica - Parroquia
Nuestra Señora de Atocha

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XXXIII Domingo TO 2022

12 de noviembre de 2022

 

Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”.
No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos.

SALMO RESPONSORIAL:
EL SEÑOR LLEGA PARA REGIR LA TIERRA CON JUSTICIA

 

Comentario a la Palabra

Las lecturas que se proclaman hoy nos informan del cómo tenemos que tratar, cuidar, y asistir a nuestros hermanos. En los Evangelios cuando preguntan a Jesús ¿quién es mi hermano? Él a su vez responde con una historia o parábola de quién es mi hermano o hermana, donde no sierra ninguna frontera y considera a todo el mundo como criatura de Dios. Lo mismo nos comentan en el libro de Malaquías movido por el Espíritu de Dios a anunciar a los del pueblo la conversión, esa conversión tiene unas pautas a seguir, la única condición que propone es la ley del amor, el pueblo nuevo tiene que caminar a la luz de Dios, y todos aquellos que no quieran entrar en esa dinámica, se están excluyendo ellos mismos en el mundo nuevo que en el Antiguo Testamento ya se hacía alusión las primicias del Reino, esos que no obran con el amor no podrán entrar en la morada de Dios.

El Salmo 97 Está a favor de la creación donde nos invitan a usar los instrumentos musicales que sabemos tocar, sonar... para alabar, con el fin de reconocer a Dios como el único con justicia. Cuando regrese reinará con justicia, esa justicia que nosotros los humanos anhelamos en un mundo cada vez más deshumanizado, un mundo lleno de codicia, poder y todas las avaricias que vosotros mismos sabéis. Pedimos con nuestras oraciones que con la gracia vayamos moldeando los corazones de los seres humanos, a fin de que todos seamos impregnados de la justicia divina.

Pablo en la 2 carta a los Tesalonicenses nos invita no sólo a los de aquella comunidad de tesalónica sino a toda aquella persona que se acerque a leer la carta, seamos o pertenezcamos a cualquier confesión. El trabajo digno es deber de todos, nos toca a nosotros cuidar la casa común, nos exhorta el papa Francisco en la encíclica “Laudato Si” un mandato divino. Nuestros padres en el desierto fueron alimentados con el maná, pero en nuestros días el pan se gana con sudor. El apóstol no sólo exhorta, sino que da con su ser el ejemplo, para que vean cómo cumple con lo que dice. Por el respeto que tenemos a los demás no seamos carga, sino que les ayudemos a cargar.

Si todos los miembros de la familia trabajaran por el objetivo que se han planteado entre ellos... aunque no sean de la clase alta... los que estarán alrededor de esa familia pensará que es millonaria, siendo que ellos mismos saben lo que están sufriendo cuando los otros les ven así. (sufrimiento, sacrificio, esfuerzo, constancia, y sobre todo amor; es lo que hacen para superar las pruebas cotidianas) los otros no verán ese esfuerzo muchas veces, solo se quedarán con la parte de la riqueza, olvidando lo mucho que se sufre por estar viviendo decentemente.

Los jefes los tiranizan... no tiene que ser así entre vosotros, el que quiere ser el primero sea el primer servidor. No saques el sustento de la otra persona, ni le quites lo que usa para sobrevivir. Si obras así estás fuera del mandato de nuestro Padre. No importe lo mal que trabajan los demás, tú en cambio hazlo con honradez, y tu Padre del cielo te lo premiará.

El conjunto de la obra Lucana es una misión de sanar a toda la humanidad, en estos relatos apocalípticos nos quiere hacer salir de nuestra zona de confort, y asistir a los más vulnerables. El Evangelio que escuchamos en el templo no tiene que quedarse allí, sino que tenemos que transformarlo y llevarlo a la gente que no conocen a Dios.

La casa de Dios es una morada viva, no pretendamos ir a los templos a escuchar la palabra de Dios y seguir actuando como los fariseos, (imponiendo cargas que no pueden cargar) seremos hipócritas, soberbios como ellos. Si actuamos así es porque no hemos entendido la palabra de vida que Dios tiene para ti y para mí. Esa palabra tiene que llevarnos a los demás aceptando nuestras fragilidades.

En los momentos en los que vivimos hay mucha gente que llama a las puertas con nombres falsos, para ponernos miedo, una palabra sincera, de ternura, de amor no puede buscar a seguidores a base del miedo, temor, engaño, al contrario. La Palabra verdadera tiene que aportar paz, serenidad, esperanza y no como lo presentan mucha gente. Nos previene Jesús que ese tiempo ya está entre nosotros donde vendrán los falsos profetas en su nombre y tratarán de engañarnos para obtener algún beneficio, mayoritariamente suelen ser económicos. Abran bien los ojos para no caer en la tentación, para no quedar en la felicidad superficial. Esforcémonos en buscar la fe viva y verdadera. Es la única que nos puede salvar de nuestras malas hazañas.

Querido internauta la decisión está en tu mano, no seas obstáculo para los demás, no les pongas trabas en sus vidas, al contrario, tienes que ser como el samaritano, el que ayuda a que tus cercanos estén a gusto disfrutando de tu compañía. Sé luz de caminos, sé mediador... con el fin de llevar a Dios a toda la gente de buena voluntad, no te quedes con la Buena Noticia, eres un instrumento clave para seguir dando gloria a Dios. Que el Señor les bendiga y les ayude a dar lo mejor de vosotros. Amén

Fray Salvador Becoba Raso OP
Convento de Santo Tomás de Aquino (Sevilla)

www.dominicos.org/predicacion

 

Operación Kilo

El próximo fin de semana es tercer domingo de mes y, como siempre, celebraremos la Operación Kilo.

Seamos generosos, como siempre, para poder ayudar a tanta familia necesitada. Estaremos en la eucaristía del sábado por la tarde y en todas las eucaristías del domingo recogiendo vuestras aportaciones.

¡Muchísimas gracias!

 

Jornada Mundial de los Pobres

Este domingo 13 de noviembre la Iglesia celebra la Jornada Mundial de los Pobres. Este año, el papa Francisco propone como lema “Jesucristo se hizo pobre por vosotros”. La respuesta al lema de esta edición implica:

  • Dar una respuesta personal y comunitaria, pues «mientras más crece el sentido de comunidad y de comunión como estilo de vida, mayormente se desarrolla la solidaridad».

  • Ser comunidad de vida y de bienes, en la que «el amor recíproco nos hace llevar las cargas los unos de los otros para que nadie quede abandonado o excluido», compartiendo lo que tenemos con los que no tienen nada, pero acogiendo, al mismo tiempo, lo que nos puedan aportar: su trabajo, su pensamiento, su forma de hacer y de entender la vida.

  • Ser comunidad de acción porque “la preocupación por los pobres y por la justicia social» es “un compromiso que nos afecta a todos” y, por tanto, “nadie puede sentirse exceptuado”