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Basílica - Parroquia
Nuestra Señora de Atocha

Reconciliación

confesionarios atocha

Cristo pasó por este mundo buscando a quienes están perdidos, a los que están buscando su camino. Por eso la Igelsia nos ofrece el sacramento de la reconciliación (llamado también de penitencia o más coloquialmente confesión),  en el que nos vemos liberados del pecado.

Oh Dios fuente de misericordia, llámame cuando yo huya, tráeme cuando me resista, levántame cuando caiga, mantenme en pie, condúceme cuando marche. Santo Tomás de Aquino

El sacramento de la reconciliación parece que en nuestros días no está muy de moda. Resulta a veces difícil acercarse a un extraño para contar las miserias de tu vida. Pero es una de las mayores gracias que podamos comenzar siempre de nuevo en nuestra vida, realmente de nuevo: totalmente libres de cargas y sin las hipotecas del pasado, acogidos en el amor y equipados con una fuerza nueva. Dios es misericordioso, y no desea nada más ardientemente que el que nosotros nos acojamos a su misericordia. Quien se ha confesado abre una nueva página en blanco en el libro de su vida.

La iglesia ofrece dos modos de celebración del sacramento de la reconciliación: comunitaria e individualmente. En esta Basílica ofrecemos los dos tipos de celebración:

Celebración comunitaria

Se trata de una celebración presidida por un sacerdote durante la cual se proclama la Palabra de Dios y se ofrece unas pistas para poder realizar en profundidad el examen de conciencia. A continuación los fieles se acercan a uno de los sacerdotes que participan de la celebración para poder confesar sus pecados de una manera breve y reciben en ese momento la absolución.

Tras rezar el padrenuestro y darse la paz, el fraile que preside propone un gesto de reparación y finaliza dando la bendición a los asistentes.

En la Basílica se ofrecen dos celebraciones comunitarias de la reconciliación a lo largo del año: una en Adviento y otra en Cuaresma. Las fechas se irán anunciando oportunamente en la agenda de la página web.

Confesión individual

Aquellas personas que desean acercarse al sacramento de la reconciliación de manera individual, puede hacerlo antes de cada Eucaristía en los confesionarios de la Basílica donde podrá encontrar un sacerdote.

Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

Si necesitas dialogar con más calma con un fraile, o necesitas confesarte de urgencia en otro momento, puedes hacerlo acercándote a la portería desde donde avisarán a un sacerdote.

¿Cómo confesarse?

Son necesarios los siguientes pasos:

  1. Un examen de conciencia, para reconocer todos los actos y todas las actitudes contrarias a la ley del amor de Dios
  2. Estar arrepentido del pecado cometido
  3. Igualmente es imprescindible el propósito de no cometer ese pecado nunca más en  el futuro, de comprometerse a cambiar en la forma de pensar, juzgar y actuar, impulsado por el amor de Dios
  4. El pecador debe necesariamente declarar el pecado ante el confesor, es decir, hacer una confesión del mismo
  5. Finalmente pertenece a una confesión la reparación o penitencia que impone el confesor al pecador para reparar el daño cometido