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Basílica - Parroquia
Nuestra Señora de Atocha

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Solemnidad de Nuestra Señora de Atocha 2022

30 de septiembre de 2022

 

Historia de una devoción

La imagen de Ntra. Sra. de Atocha, es la más antigua de Madrid. La tradición remonta la devoción a tiempos apostólicos, atribuyendo su realización a Nicodemo y su policromía a San Lucas, siendo trasladada por los discípulos de San Pedro desde Antioquía a España. Las crónicas del siglo XVII aseguran que la primera referencia a la imagen es un escrito del siglo VII de San Ildefonso, y la historia del caballero Gracián Ramírez que en el siglo VIII trasladó la imagen de la primitiva ermita al lugar en que hoy se encuentra la Basílica. La importancia de esta imagen y su vinculación a Madrid queda más que demostrada en las Cantigas de Alfonso X el Sabio, donde se hace referencia directa a dos milagros de Ntra. Sra. de “Tocha” (Cantigas 289 y 315).

Existen distintas versiones acerca del origen del nombre Atocha. Unos consideran que se refiere al lugar de procedencia de la imagen, Antioquía; otros creen que procede del griego Theotokos (Madre de Dios), pues en su trono se pueden leer las letras griegas T y O; por último el nombre haría referencia al lugar donde se erigió su ermita, donde abundaban las “atochas” (una planta parecida al esparto). Lope de Vega, por eso, dedicaba un poema a Ntra. Sra. de Atocha queriendo resaltar su humildad:

No quiso Montes Serrados,/ ni Peñas de Francia, altivas,/a nuestros ojos esquivas,/ sino atochas, y sembrados,/ viñas, álamos y olmos.

 

Ntra. Sra. de Atocha y los dominicos

Cuando Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos, pasó por Madrid en 1218, fundó un Monasterio de monjas dominicas de cuya atención pastoral se encargaban dos o tres frailes. Trescientos años después, en 1523, emperador Carlos I quiso que los dominicos fueran los custodios de la imagen de la Virgen de Atocha, y encomendó a fr. Juan Hurtado de Mendoza la fundación del que sería el primer convento de frailes dominicos: el Convento de Nuestra Señora de Atocha. Desde entonces han cuidado el culto y la devoción a Nuestra Señora, poniéndola a salvo en ocasiones de peligro. Son ya casi 500 años de presencia, que solo fue interrumpida durante algunos años a causa de la invasión napoleónica, por la desamortización y durante la Guerra Civil española. Aún hoy son los frailes predicadores los encargados de su cuidado, de su culto, y de orar por las intenciones de a quienes Ella se encomiendan.

 

Basílica de Atocha, parroquia desde 1966

La Real Basílica de Atocha fue, por espacio de 10 años, desde 1878 al 1888, sede de la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias. Como dato de interés podemos consignar que, en 1883 fue bautizado en ella el gran filósofo madrileño D. José Ortega y Gasset.

Años después, en 1965, la Basílica se erige como Parroquia propia con el título de Nuestra Señora de Atocha. Fue ese año cuando el arzobispo de Madrid Monseñor D. Casimiro Morcillo, movido por un deseo de renovación de la diócesis madrileña para adecuarla a las exigencias del Concilio Vaticano II, erigió un total de 216 parroquias, muchas de ellas encomendadas a religiosos, entre ellas la de Atocha que dejó en manos de los frailes dominicos.

La Basílica de Atocha fue erigida Parroquia canónicamente en 1965, aunque la inauguración oficial de la Parroquia tuvo lugar el 4 de febrero del año siguiente, 1966.

 

Oración a Ntra. Sra. de Atocha

Ntra. Sra. de Atocha,
Madre de Dios y madre nuestra
que has velado por nuestra ciudad y nuestro país durante generaciones y generaciones
ahora más que nunca necesitamos de ti.
Consuela a quienes lo han perdido todo
a quienes sienten el peso de la soledad y del fracaso y mantén viva en nuestro corazón
la llama de la caridad y la justicia
que nos mueva a ayudar a quien más lo necesita. Ntra. Sra. de Atocha, Trono de Sabiduría,
danos la sabiduría de Tu Hijo,
la que ha reservado a pequeños y sencillos. Enséñanos a acoger la Palabra de Dios, contemplarla, ponerla en práctica
y comunicarla con el fuego del Espíritu.
Que sepamos transmitir la alegría de la fe,
con nuestra palabra y nuestra vida,
mostrando así a Cristo
a los indiferentes y alejados.
Ntra. Sra. de Atocha, nos volvemos a casa
llevando tu presencia de madre
que nos dice: "Haced todo lo que Él os diga".
Así nos comprometemos y que así sea. Amén.

 

Ntra. Sra. de Atocha, está sentada, y sostiene a su Hijo sobre la rodilla izquierda. Un tipo de imagen que quiere representar a María como Trono de la Sabiduría. Ese título de María nos recuerda, por una lado, su función maternal, porque en su seno purísimo se ha formado y ha vivido Cristo, la Sabiduría del Padre. Por otro lado, su dignidad real, porque su Hijo Jesús es el heredero del trono de David, el Mesías prometido por Dios al pueblo judío. Y por último nos anima a dar gracias por su sabiduría y prudencia, porque María aparece en el evangelio como la “virgen sabia”, que ha guardado las palabras de Cristo en su corazón y las ofrece a la Iglesia y al mundo.

El Niño bendice con su mano derecha, extendidos los dedos índice y corazón, recordándonos la constante bendición a quienes se acercan con fe a Él.

 

Festividad de Ntra. Sra. de Atocha

Este año, después de 2 años sin procesión del día de la fiesta de Nuestra Señora de Atocha, volverá a salir la Virgen a las calles del barrio. Como novedad, la procesión se realizará en andas, no en trono con ruedas. Para ello, un grupo de personas de la parroquia se han estado preparando para ello durante las últimas semanas apoyados por los capataces que han venido del Cristo de Medinaceli, que nos han cedido el trono con las andas que saldrá en la procesión.

El recorrido será el siguiente: salida de la puerta principal de la basílica, Avda. Ciudad de Barcelona, Gutenberg, Fuenterrabía y Julián Gayarre, para regresar al interior de la iglesia.

 

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Por ser la llena de gracia. Danos fuerza para luchar contra el pecado.

Por ser bendita entre las mujeres. Bendice nuestros hogares.

Porque el Señor está contigo. Ayúdanos a tener presente a Dios en nuestras vidas.

Porque proclamas al Dios que se compromete con los pobres y hambrientos. Haz que seamos solidarios con los necesitados.

Porque estuviste junto a la cruz y presenciaste la muerte de tu hijo. Ayúdanos en los momentos definitivos de nuestra vida, y danos generosidad para ayudar a los demás. Amén.